Como cada año, la sangre de San Pantaleón pasa del estado sólido a líquido.
Aún no hay una explicación verosímil sobre las razones del fenómeno, pero el caso es que se repite todos los veranos desde hace cientos de años. Cada 27 de julio, la sangre del mártir San Pantaleón que contiene la ampolla conservada en la Iglesia del Real Monasterio de la Encarnación pasa de estado sólido a líquido. Es decir, se licúa sin motivo aparente. Ayer no fue una excepción y volvió a tener lugar este curioso evento, lo cual sería motivo de alegría según la leyenda, ya que de se dice que el año que no se produzca, significará que se avecinan grandes catástrofes.
San Pantaleón, oriundo de Nicomedia (en la actual Turquía), murió el 27 de julio del año 305 perseguido por el emperador Dioclesiano. Sus delitos fueron ejercer la medicina gratuitamente, lo que suscitó la envidia y el resentimiento de sus colegas de la época, y negarse a apostatar de la fe cristiana. Tras ser ejecutado (tras una inenarrable tortura que acabó en decapitación) junto a sus compañeros Hermolao, Hermipo y Hermócrates, sus reliquias y restos fueron recogidos por creyentes cristianos y trasladados a lugares como San Denis (París), Lyon, Skopje, Gorno Nerezi (Macedonia), San Petersburgo (Rusia), el Monte Athos (Grecia), el monasterio de Gandzasar Monastery y Nagorno Karabakh (Armenia), y varios frasquitos con su sangre fueron escondidos en varios santuarios del mundo, entre ellos el de Ravello en Nápoles.
De allí se cree que procede la ampolla que se exhibe en Madrid, tras ser donada en el siglo XVII por el virrey de Nápoles y conde de Miranda, yendo a parar al monasterio de la Encarnación cuando su hija sor Aldonza del Santísimo Sacramento ingresó en el convento como novicia.
Desde entonces, según cuentan los escritos, no ha habido ningún año en que haya dejado de suceder el fenómeno de licuación al llegar el 27 de julio. La Iglesia no se ha pronunciado oficialmente así que este hecho no ha sido reconocido como milagro, pero tampoco se han autorizado análisis científicos que permitan dar una explicación al margen de la creencia religiosa.